miércoles, noviembre 04, 2009

Hasta acá llegamos.

Recién dejé en otro blog un comentario que decía "Cada vez que leo algo que escribí de adolescente no puedo evitar odiar al boludo en que me convertí."

Y es así. Desde cuando me volví un imbecil más preocupado por poner los signos de interrogación al principio de las preguntas que en escribir algo por escribirlo? Dónde quedó la frescura mal redactada que no importaba?

Me acuerdo cuando me sentía bloqueado. Cuando sentía que tenía un montón de cosas que escribir pero no sabía cómo hacerlo. Ahora no me pasa más eso. Ahora no me siento más bloqueado, me siento vacío. No hay más ganas. No hay más nada. Y me pasa con todo: la música no me llega más, no me conmueve. Nada me conmueve. Soy como un mueble. Me gustaría volver a llorar de risa mirando Les Luthiers, o Monty Python. Me gustaría... me gustarían muchas cosas... Me gustaría volver a disfrutar de las cosas como antes, sin vivir pensando en todas las cosas que hay que pensar.

Es increíble, pero en mi adolescencia era un tipo mucho más seguro, con ideas mucho más claras que ahora. El que diga que la adolescencia es uno de los momentos más traumáticos de la vida es un caradura o un mentiroso, o alguien que no se quiere hacer cargo de lo único cierto: todos nos vamos a morir. Yo pienso que no hay nada más traumático que hacerse adulto (una palabra horrible). Hacerse adulto no es otra cosa más que deshumanizarse. Crecer, madurar, es simplemente descubrir el caracter quimerico de la vida. O sea, saber que pase lo que pase, como ya dije, invariablemente nos vamos a morir y punto. Y eso es todo. Este concepto tan poetico (que de todos modos no me sale usar de manera poetica acá) es de lo que siempre habla Dolina, y que a mi me parecía al leerlo y escucharlo a los 15 años una maravilla. Al pensarlo hoy solamente puedo entender que es una verdadera cagada. A lo mejor estos sentimientos son parte del proceso de “convertirme en artista". Descubrir que me voy a morir, que soy una hormiga más en el hormiguero… y a lo mejor debería aprender a hacer catarsis con esto, y que me ayudara a hacer… no sé... cosas artísticas. A lo mejor esto me tendría que haber pasado a los 15 años. O a los 60. Igual no tengo idea de qué estoy diciendo. Ultimamente me cuesta mucho elaborar ideas. Debe ser a causa del poco uso que le vengo dando a mi cerebro durante este ultimo tiempo (encima estoy escuchando un tema de Crosby, Stills, Nash & Young que dice "Show me the way" todo el tiempo). Repito, no tengo idea de lo que estoy diciendo. Mi cabeza, hoy por hoy, es un quilombo. Las cosas, la vida, todo es demasiado complicado. Demasiado rebuscado. Cómo se puede pretender escribir algo, o sobre algo, cuando para poder hacer eso primero hay que entender qué es lo que uno quiere decir? Hay que ser muy soberbio para pretender entender algo. Yo no entiendo nada de nada. No se ni siquiera qué es lo que tendría que tener que querer entender. Y no es que no entiendo, es que no sé qué ni cómo preguntarme.

Poner todo esto acá me da vergüenza, pero no porque esté desnudando mi alma ni mucho menos, es porque es la cosa más pedorra que escribí en este blog. Por eso no escribo más, porque me vuelvo cada día más pedorro. Y para mi es lo peor que le puede pasar a uno. Ser pedorro. Oler a pedos. Emanar pedos. Nada más burdo, mediocre y, sobre todo, ocultable, que los gases. Los pedos no son graciosos, por eso es buena educación lanzarlos en público. Peor publicarlo en un blog. Es que ya no tengo nada. Me quedé vacío. Escribir me da vergüenza. Escribir hoy es como pedorrearme en la cara de las personas que me leen.

No quiero seguir compartiendo mis pedos con todos, y por esta razón es que oficialmente voy a dar por finalizado este blog por tiempo indeterminado. Por tiempo indeterminado porque soy muy cagón como para tomar deciciones definitivas. Porque en mi afán de querer escribir bien terminé olvidandome cómo se escribía de verdad. Porque las preposiciones se volvieron mis peores enemigas y no sé donde va "por" y donde va "en" y porque todas esas cosas me frenan la libre expresión. En definitiva: porque soy demasiado imbecil para escribir. Que escriban los que saben.

Así que hasta que Crosby, Stills, Nash & Young o quien sea no me muestre el camino, voy a dejar de escribir borradores para no publicarlos nunca por mediocres. Y a lo mejor cuando se me pase esta depresión de trasnochada que viene desde hace más o menos un año, vuelva con todo. O a lo mejor no. Lo que es seguro es que cuando vuelva va a ser en otro lado, como una especie de borrón y cuenta nueva. Pero Valla Uno a Saber se termina acá.

Esta es la última entrada. Bastante mediocre, la verdad, pero es lo que hay. Podría haber puesto “hasta acá llegamos”, algún chiste, y listo, porque como última entrada del blog esto es PEDORRO. Pero publicar esto es como mostrar a Michael Fox con Parkinson. Es como para que se vea que no me estoy haciendo el dificil ni nada, sino que se note que de verdad no me da la cabeza para escribir cosas, por más boludas que ellas sean.

Gracias a los pocos que siguieron leyendo esto (no la entrada, el blog en general) hasta acá.

Nos vemos por ái.

Charáp!

lunes, septiembre 21, 2009

The brave elves against the evil Comunist Rainbow Godess who stole the Buquet of Gold

...................................................

El 1º de enero de 1959, el presidente Dwight D. Eisenhower hizo un llamado a todos los escritores residentes en los Estados Unidos para que enviaran cuentos “que exalten el espíritu americano” que serían publicados en un suplemento del New York Times llamado Some good american stories (unos buenos cuentos americanos) y tendrían la función de ensalzar el sentimiento de amor nacional. A continuación publicaremos el cuento enviado por el Lic. Ricardo Tulio Chegusán, licenciado, en su idioma original, ya que por ley no puede ser traducido al español, y cuyo título encabeza esta entrada: The brave elves against the evil Comunist Rainbow Godess who stole the Buquet of Gold (Los valientes elfos contra la malvada Reina del Arcoiris Comunista que se robó la cacerola dorada). Que lo disfruten.

...................................................

After the elves walk 10.000 miles looking for the rainbow, they finaly found it. When the rain was over a inmens rainbow show to the elves the way to the buquet of gold. They gone to that way searching for the money, because the elves are very amarret people. When they arrived to the buquet they realized that there was no money or gold or anything valuable in there. They only found a pedas of paper, and in the paper something or somebody have escribided a note for them (the elves):

“Because you are a band of elves codit, I, the rainbow godess, taken all the gold and I give it to the poore people who live in the caverns by the Plate River. Jodan you, for amarrets!”

The elves where devastated. The couldn´t believe that that was happened to them. Everybody starts to cry and mariconiate of sadnes untill the youngest one discover something who alegrating the sad elves. He found a hole in the fond of the buquet. “That hole goes to the godess oficin, because it is a magic one” he says. Babintong was the name of the youngest elve and everybody descans him because he is the little one, but from this day forward they will all refered to him as “Babintong, the great”.
Babintong, the great, guide all the amarret elves to the godess oficin. When they arrived the evil godess was esperating them with a machine automatic laser gun in the left hand, because she was zurd, wich means she´s fanatic of the “Che” Guevara. All the amarret elves keep still cagads in the pats, except for Babintong the great, who start to fight against the comunist godess in a batle to death. Babintong won the batle by loosing an arm and an orej. He recovered the gold and all the capitalist elves where happy forever living with the miracle of having a lot of money.
The Evil Comunist Godess was cagated a pals and she die saying “To the victory forever, forrs!”


...................................................

El suplemente Some Good American Stories jamás fue publicado. Algunos de los cuentos que formaban parte de él fueron publicados en otros medios, algunos con mucho éxito y otros con ninguno. El cuento escrito por el licenciado apareció en una edición especial del Readers Digests formando parte del grupo de cuentos mencionado en segundo término, en la década del 70.

Años más tarde el licenciado declaró en una entrevista para Canal (á): "Qué se yo qué mierda puse en ese cuento. Cuando lo escribí estaba tan ciego de alucinógenos que traté de tener relaciones sexuales con un botones del Royal Palace Hotel de California pensando que se trataba de una aspiradora. ¡Además, no me vengan con imperialista y esas cosas! ¡Qué se yo qué mierda puse! ¡Si nunca en mi vida supe inglés! ¡Dejenme de joder de una vez con ese cuento de mierda!"

...................................................

domingo, septiembre 13, 2009

Diálogo V

-¿Is deine muchër von ichstraussenbanhorn?
-¡Da! Eine kügel kangëfloggen laggerten.
-Da. Guchnach.
-Guchnach. Da.
-Ist lieb eine dorkenfold und wolkswaggen.
-Garfünkel.
-Da.
-Da.
-Frochslang. Ich der märengald. ¡Der märengal!
-¡Der märengal flak schnitzel in deire schlompmister!
-¡Niet!
-Da.
-¡Niet!
-Garfünkel.
-¿Garfünkel?
-¡Da!
-Da.

sábado, agosto 29, 2009

Diálogo IV

-Cambiaste el excusado.
-Sí.
-Le pusiste la tapa nueva.
-Sí.
-Arreglaste la tubería.
-Sí.
-La pared también.
-Sí.
-Estaba rota de antes.
-No.
-Pusiste azulejos nuevos.
-Sí.
-Gastaste más de $100.
-No.
-Te hago una pregunta.
-Sí.
-No.
-Me hace una pregunta.
-Me hace una pregunta.
-No.
-¿No?
-Sí.
-Cambiemos de tema.
-Sí.
-No le pregunté.
-Yo tampoco.
-No le pregunté.
-Yo tampoco.
-¿Le pregunté?
-Sí.
-Bien.
-Está bien.
-Le pregunté.
-¿Cuándo?
-Me está haciendo una pregunta.
-¿Cómo?
-¿Tiene hambre?
-¿Tengo hambre?
-No lo sé. ¿Tiene?
-¿Qué cosa?
-Hambre.
-Sí.
-Coma.
-Que coma.
-Mi nombre es Oscar.
-Carlos.
-Ha notado que Carlos es Oscar al revés.
-¿Cómo lo sabe?
-Lo noté.
-¡Y cómo!.
-¡Uf! ¡Un montón!
-Es interesante.
-¿Lo es?
-Siempre depende.
-De uno.
-De todos.
-De todos y cada uno.
-De todos y cada uno de los hombres.
-De todos y cada uno de los hombres y las mujeres.
-Del mundo.
-Del universo.
-De los animales.
-Y las plantas.
-Y las piedras.
-Y las manijas.
-Una palanca es una manija.
-Es una forma de manija.
-Pero más tirando a palanca.
-La palanca sirve para un montón de cosas.
-Para leer el diario.
-Para comer zuchini.
-Para adorar a Buda.
-Para añorar a papá Noel.
-Papá con mayúscula.
-Es propio.
-No. Es de todos.
-Comunista.
-Como Kennedy.
-Me decís la hora.
-Nueve y media.
-Entonces caso cerrado.
-Me temo que sí, capitán.
-Me baja el rango.
-Sí, sargento.
-¿Oyó la explosión?
-Es en la casa de los Garggiabutto.
-¿Vamos?
-No. Déjelos.
-No puedo señor. Son mis amigos.
-Garggiabutto es panteísta.
-¡Por Buda!
-Y los demás.
-Algo me duele adentro, lugarteniente.
-Cuénteme.
-Es… mi corazón.
-No. Es su alma.
-¡Ay!
-¡Dónde!
-Mi corazón.
-¿Qué hay con el?
-Me arde.
-Palpita.
-No queda mucho tiempo.
-Tómeme por las pezuñas.
-Falta envido.
-Ya va a llegar.
-Si viviéramos en Norteamérica podríamos divertirnos jugando al Truco en Halloween.
-Claro, podríamos decir “¿Dulce o truco?”.
-¿Señor?
-Cante.
-Lo odio.
-Quiero vale cuatro.
-Lo recontra odio.
-¡Manggiabutto!
-¡Dónde!
-En la escollera.
-¡No salte, Manggiabutto!
-¡Hay mucho por qué vivir!
-¡Ay!
-¡Una lancha!
-¡Nade, Manggiabutto!
-Ahí le tiran un salvavidas.
-¡Agarresé, Manggiabbuto!
-¡Qué noche!
-El otro día vi un programa en la tele.
-Hm.
-Sí.
-Só.
-¿“Só”?
-¿“Só”? No.
-So tampoco.
-Uia.
-Mirá.
-La cárcel.
-Qué patada.
-Só.
-¿Dónde?
-Allá, en la escollera.
-¿Garggiabutto?
-Al lado.
-¡Só!
-Me agarra un no-se-qué.
-¿A dónde?
-Acá, en el corazón.
-Te duele.
-Me pálpita.
-Qué dólor.
-Sabe una cosa.
-Varias.
-Esta también.
-Si usted lo dice.
-Si usted lo dice.
-Si usted lo dice.
-Está bien.
-Coronado.
-Como un pozo de alambre.
-Enroscado.
-No, a lo largo.
-Crudo.
-Cocido.
-Cocido.
-Pocas palabras.
-Pocas.
-Palabras.
-Y el viento.
-Se las lleva.
-Todas.
-Se las lleva todas.
-A todas.
-A todas todas.
-Y.
-Sí.
-Só.
-Qué va´cer.
-Es así.
-Asó.
-Un día se despertó.
-Y plum.
-Estallo.
-Rataplum.
-Nunca se acaba.
-Es como el día a la noche.
-Separado.
-Garggiabutto.
-Heroico.
-Triste.
-Lástima.
-Una pena.
-Una macana.
-Una picardía.
-¡Eso!
-Una quimera.
-Un instante.
-Un momento.
-¿Qué pasa?
-¿Ese de la cárcel no es Baigorria?
-Baigorreda, dice usted.
-Honorio Baigorreda.
-Honorio era Garamaitía.
-Ese era Eduardo.
-¿Monteleone?
-El otro.
-Arruabarrena.
-Ese es Edgardo.
-Si sabré yo.
-Se casó con Baigorria.
-Baigorrita. Elena Baigorrita.
-¿La hija de Baigorrita?
-No, la otra.
-Ahí está la luna otra vez.
-¿Cómo era?
-Melancólica.
-No, redonda.
-Redondeada.
-Rotondeada.
-Arrotondeada.
-Abarrotondeada.
-Agarrabotondeada.
-Ése.
-¿En la cárcel?
-En la puerta.
-¡Garra!
-Te escuchó.
-Escóndase.
-No, era un delfín.
-Menos verigua Dios si es perona.
-Averigua y perdona.
-No te preocupes.
-¿Qué hora es?
-Y media.
-Pasadas.
-Menos verigua Dios si es perona.
-Menos verigua, más evita.
-Evita personas.
-Que te comerán los ojos.
-Evita el perdón.
-Evita Perón.
-Evita a Perón.
-Es campaña radical.
-Yo voté a Menem.
-Nadie votó a Menem.
-Sacá la conclusión.
-No la traje.
-Andá a buscarla.
-¿Y el capitán?
-Fijate.
-Dudo.
-Dudá.
-Pienso.
-Cuidado.
-Corro.
-Despacito.
-Pleamar.
-¿Cómo se para esto?
-Hay un botón allá.
-Lo alcanzás.
-No.
-No era una pregunta.
-No lo sé.
-No era una pregunta.
-No lo sé.
-¿No era una pregunta?
-Só.
-¿Só?
-Sí.
-No.
-¿No?
-Toque.
-No.
-Toqueló.
-¿No quiere?
-¿O no puedo?
-No puede.
-Ni quiere.
-Sí quiere.
-No.
-Tóquelo.
-No.
-Déle, tóquelo.
-Déle con el déle.
-Déle que no.
-Es que no aguanto más.
-No lo toco.
-Voy a estallar.
-Que no lo toco.
-Hablemos de algo más.
-Así estoy bien.
-Pero así no se puede.
-Yo puedo.
-No se puede.
-Estoy lo más bien.
-Usted está loco.
-Fuera de los cabales.
-Enfermo.
-Desquiciado.
-Estropeado de arriba.
-Descocado.
-Colifa.
-Califica como insano.
-Cinzano.
-Deje de hacer eso, por favor.
-Por babor.
-Y estribor.
-Termidor.
-¡Basta!
-¡Suficiente!
-¡Dios!
-¡Alá!
-No siga.
-Deténgase.
-¡Pare!
-¡Siente!
-No quiero seguir.
-O continuar.
-¿Se da cuenta hasta donde ha llegado?
-Todavía falta.
-Está completo.
-No.
-Si.
-Yo lo decido.
-¡Ja! Yo lo decido.
-Entonces gano.
-Imposible.
-Demuestrelo.
-…
-¿Y?
-¡No vale con los puntitos suspensivos!
-No tiene chance.
-¿Entonces?
-Sí, es eterno.
-No puede ser.
-Pero lo es.
-¿Se da cuenta de lo estúpido que es continuar haciendo esto?
-Es como mirar Videomatch.
-¡Sí! ¡Perdió toda consistencia!
-Jamás a nadie llegará hasta este lugar.
-Entonces podemos decir lo que queramos.
-…
-Sos triste.
-No tengo ganas de seguir.
-Contáme algo.
-Ok, ya sé.
-Le encontré un significado.
-Imposible.
-Te lo juro.
-No podés.
-Pero justamente el chiste era que no tuviera significado.
-¡Pero eso ES un significado!
-¡Ay! ¡Tenés razón!
-Es un sentido.
-No.
-Sí.
-Y pedorrísimo.
-Más ahora que lo dijiste.
-Soy un imbecil. ¿Vamos?
-Esperá.
-¿Ahora querés quedarte?
-Sí.
-No, estás obsesionado.
-Esperá, esperá.
-Por mi me quedo, pero… que se yo.
-Yo encontré un significado.
-Debe ser una mierda.
-¿Podés esperar?
-¡No! ¡No quiero esperar! ¡Me quiero ir! ¡Ya me da vergüenza estar acá!
-Tortura.
-¿Cómo?
-¡Tortura!
-¿Tortura?
-Esto es tortura.
-No puede ser otra cosa.
-No puede ser otra cosa.
-Tortura.
-¡Tortura!
-¡Tortura!
-¿Y ahora que hacemos?
-¡Nada!
-Total.
-Ahora da lo mismo.
-¿Cualquier cosa da lo mismo?
-Cualquier cosa da lo mismo.
-wbeat8ovn3g b3y890563
-Pará, pelotudo.
-¡Si da lo mismo!
-Sí, no, pero es cualquiera así.
-Sigue siendo tortura.
-No, ahí no es nada.
-No, es como más tortuoso todavía.
-No porque ahí el que está leyendo ya sí se va.
-¡Ja, ja, ja! ¿Vos creé que alguien está leyendo?
-No seas así.
-Estás en pedo.
-Bueno, igual, para quedarme a poner 3`94w6yu30n q349t6 34 sí me voy.
-Che ¿ya como que no ocultamos nada?
-A que te referís.
-Digo, como que el chiste ya no está más dado a entender.
-O sea, ¿vos decís como que ya nos hacemos cargo de que lo que hacemos es escribir constantemente cosas sin sentido para después preguntarle a la gente si alguien leyó hasta acá?
-Sí.
-¡A quién le importa! Ya llegamos hasta acá.
-Se habrán dado cuenta.
-¿Los que leen?
-¿Los?
-Pesimista.
-Esto tiene que terminar.
-Te odio.
-Yo también.
-Podríamos hacer un último intento.
-¿De irnos?
-No, de salvar esto.
-¿Sin borrar?
-Sí.
-Me interesa. No lo creo posible, pero me interesa.
-Fácil: decimos algo sustancial.
-Eso no es fácil.
-Con un poco de esfuerzo se puede.
-Pero para hacer un esfuerzo hacen falta energías.
-Que no tenemos.
-La energía es un problema sustancial.
-No hagas trampa.
-Bueno, te tiro una.
-Dale.
-Tengo sueño.
-Sos un forro.
-No lo puedo evitar.
-No forro de malo, forro de boludo.
-Si, te entendí.
-Dejame pensar en algo.
-Pensá.
-Toca Charly.
-Vamos.
-Vamos.
-Sí.
-Seh…
-Que grande Charly, ¿no?
-¡Sí!
-¡Un grosso!
-¡Lo más!
-Es Dios.
-¡Qué Maradona!
-¡Charly!
-¡Charly!
-¿Cómo era esa?
-¿Cuál?
-La de coso.
-¿Cómo era la melodía?
-Era medio como… narana… Es imposible tararear acá.
-Si, además, ni lo intentes; Podeti lo hacía.
-Podeti me puede chupar la garcha.
-¡Eh! ¡Qué decís! Nosotros no hablamos así.
-¿Qué? ¿Se va a enterar?
-Se puede enterar.
-Nadie va a leer hasta acá.
-A menos que Paco se muera. En ese caso, si pone esto en el blog antes, lo van a leer todos.
-Callate, boludo. Es mala suerte.
-Supersticioso.
-Ahora me cagué.
-¿Vos?
-No, yo, Paco.
-Ni pasa nada.
-Es que el otro día leí un cuento.
-El de la mina que jode que se muere.
-Claro, y la boluda de tanto joderlo al novio se moría, me parece.
-¿Se moría?
-Sí, ¿no te acordás?
-Sí. Le dice a la mucama que la acompañe con la joda y esta le dice al novio…
-Aclará que ella siempre le hacía bromas pesadas al novio.
-Sí, ella siempre le hacía bromas pesadas al novio.
-Y le dice a la mucama…
-Y le dice a la mucama que le diga al novio…
-“Tu novia se murió”
-Tu novia se murió.
-Y se acuesta en la mesa de la cocina.
-Sí, se acuesta en la mesa de la cocina, y el novio entra.
-Porque la mucama le dice que entre, que estaba la piba muerta en la mesa de la cocina.
-Si, y el pibe entra y la ve…
-¡Y está muerta de verdad!
-¿Por qué me cagás el final así?
-Es lo que Paco haría.
-Sí, bueno, Paco es un forro.
-Vos no podés decir eso.
-No hay chiste más de forro que cagar el final de los chistes.
-O los cuentos.
-O lo que sea.
-Un amigo me contó el final del Episodio III.
-¿Un amigo tuyo?
-De Paco. Es lo mismo.
-Si ya sabés el final. El pibito con cara de corky es Darth Vader. Pero eso lo dijeron en la primera…
-Si, pero me contó la forma.
-Si, pero no es lo mismo.
-Me cagó el final.
-¡Si ya sabés como termina! Es como que te digan “Al final de “Titanic” el barco se hunde”. ¿Qué vas a decir, vos? ¿Qué no sabías? “Al final de “Chaplin" se muere”.
-No es lo mismo.
-Es lo mismo, no te dijo “Bruce Willis está muerto”.
-Me dijo que “A Darth Vader le hacen la de Maradona”.
-¡Le cortaron las piernas!
-Sí, y yo se lo saqué al toque, y me cagó la película.
-¿Vos o Paco?
-Dejate de joder.
-Bueno, me voy.
-No, no, esperá.
-Hay algo más.
-Sí.
-No era pregunta.
-Voy a contar un secreto.
-No tenés los huevos.
-Quien haya leído esto hasta aquí va a encontrar un secreto.
-Mentira.
-Solo tienen qué…
-No le crean.
-Es muy sencillo.
-No te la creés ni vos, Paco, lo que vas a decir.
-¿Cómo sabés lo que voy a decir?
-…
-Comenzando desde la primer oración…
-Mentira.
-Deberás leer la primer letra de cada oración par.
-¡Ja! Si, claro.
-Y la última letra de cada oración impar.
-No te da la cabeza para haber hecho algo así.
-Se formará una frase…
-Me imagino.
-Pero sin espacios.
-¡Oh! ¡Una dificultad! ¡Claro!
-La frase deberá ser anotada en un papel…
-Ajá.
-Y cada uno deberá encontrar los espacios entre palabras.
-¡Por Dios, es mentira!
-Y se formará una frase.
-Que develará un secreto horripilante, seguro, ¿no?
-No, sabés que no.
-¿Y entonces qué?
-Se descubrirá una frase con sentido, pero poca sustancia.
-¿No íbamos a poner algo sustancial?
-La substancialidad, justamente, está en encontrar la frase.
-Pero si es un frase que a nadie le importa.
-La curiosidad mató al gato.
-Te van a putear, con esto.
-Mentira, esto no lo lee nadie. No lo va a hacer nadie.
-Entonces se joden.
-Voy a publicar.
-No, no seas boludo.
-O me dicen genio, o pelotudo.
-¡Pelotudo, te van a decir! ¿Qué no es obvio? ¡Pelotudo!
-Voy a publicar igual.
-No lo hagas.
-No puedo evitarlo.
-Poné otra cosa.
-Si no publico esto sigo escribiendo.
-Poné de Shakespeare, que a Podeti le gustó.
-Podeti es un forro.
-¡Dejá de decir eso!
-Forro.
-¡No!
-¡Podeti!
-Basta.
-Forro.
-Te das cuenta de que quedás como un boludo hablando en todas tus entradas de Podeti.
-Pienso que así me va a tener lástima y me va a linkear.
-¿Y tu dignidad?
-¿Qué dignidad?
-¡Tu dignidad!
-Me operaron de hemorroides, no tengo dignidad.
-Por favor, no publiques esto.
-No tengo alternativa.
-Sí. Sí que tenés: no lo publicás.
-No lo lee nadie.
-Es mi destino.
-No seas trágico.
-Estoy predestinado.
-Es una pelotudés. Poné guardar y andá a dormir.
-Si me voy a dormir seguro me quedo pensando "podría haber escrito algo más”.
-¿No te parece que con esto ya está bien?
-Lo que pasa es que apenas deje de escribir, lo voy a publicar.
-Y no me animo.
-Yo tampoco.
-¿Cuál era la idea original de esto?
-Escribir.
-Ok. Escribiste. ¿Pero por qué querés que alguien lo lea?
-Es que esa es la función de las cosas que se escriben: ser leídas por alguien.
-Se puede escribir para uno.
-Eso es una forrada. Una forrada de cobardes.
-O de gente humilde.
-Yo soy humilde.
-Vos sos un soberbio. Vos escribís esto porque en algún lado, en el fondo de tu ser o de lo que sea, sos tan soberbio que pensás que alguien lo va a leer y te va a decir que está bueno.
-Me hieres.
-Es la verdad.
-Ya sé.
-¿Entonces?
-¿Qué?
-¿Qué hacemos?
-¿Lo publicamos?
-Todavía no.
-¿Qué falta?
-No sé, pero todavía falta algo.
-Ya está todo. Ya pusiste que te operabas de hemorroides, eso fue bastante, ¿no te daba vergüenza?
-¿Pero alcanza con eso?
-¡No! ¡Ni en pedo te alcanza! ¡A vos solo te importa!
-También puse que soy soberbio.
-Pusiste eso para parecer humilde.
-Soy humilde.
-Mentira, sos inseguro. Por eso no tenés las bolas para publicarlo y seguís escribiendo como un trolo.
-También tenés razón con eso.
-Tengo razón en todo. Soy vos.
-Que profundo…
-Publicar esto es básicamente una cosa: insultar a todos los que te leen.
-O sea, a nadie.
-Hay algunos.
-Bueno, mejor. Así, por lo menos, el que me vuelva a leer después de esto va a decir: “mejoró bastante”.
-De hecho, esto tiene cosas bastante ofensivas.
-Se entiende que todo es con buena onda.
-Las bolas.
-¿Me van a decir facho porque en ya-ni-me-acuerdo-qué-momento dije “corky”?
-Hiciste chistes de homosexuales, también.
-¡Agh! ¡Te odio! ¿Qué decís homosexuales, ahora? ¿Qué te querés hacer? Ves que tengo razón. No tenés bolas. Hacete cargo que dijiste “trolo” y bancatelá.
-Tampoco es mi intención ofender a nadie.
-¿No decidiste transformar esto en una tortura, hace un rato?
-Pero esto es cómico.
-¿Cómico? Mostrame un chiste.
-Hice unos juegos de palabras.
-Que dan pena.
-Para ser sincero, cabe la posibilidad de que me los hayas robado.
-La novedad.
-Robo muchos chistes, ¿sabés?
-No te preocupes, todos se dan cuenta. Pero no te dicen nada por lástima.
-Algunos son míos.
-Los malos.
-Hay gente que se ríe.
-Tus amigos.
-Hay gente que se ríe que no me conoce.
-El fotolog de Cumbio tiene millones de visitas, y hasta parece que le pagan por tener uno.
-Sí, bueno, lamentablemente para ambos esto no es el fotolog de Cumbio ¿qué tiene que ver, además?
-Que la gente consume cualquier cosa.
-Yo trato de meter acá algo de contenido.
-Pssst.
-Chupame las bolas.
-Encima estás hablando de Cumbio. Sos tristísimo.
-¿Querés que me vaya a dormir?
-No, quedate. Sigamos charlando.
-A lo mejor esto no es una tortura. A lo mejor esto le viene tan bien a otra persona para escaparse de la realidad como nos viene a nosotros.
-A esta altura es, te diría, casi una droga.
-Calcularía el tiempo que llevo escribiendo, pero sería muy parecido a esos test de hace cinco años de preguntas sobre Internet.
-Te roban la identidad, así. Después arman bases de datos.
-Tengo un promedio de 500 spams por mes.
-Por contestar tests.
-Y por los boludos que mandan foguars.
-No escribís “foguars” para hacerte el gracioso, lo ponés así porque no sabés como se escribe la forma posta.
-Estás terrible hoy.
-Hubieses puesto “fordwares”.
-Pero sé que no se escribe así.
-Te estás cubriendo porque una vez que lo viste escrito te entró la duda de que estaba mal.
-Me estás matando. De verdad.
-Igual esto no lo lee nadie.
-¿Sos tan soberbio qué, cuando decidas terminar vas a pedirle al supuesto lector que deje alguna palabra clave en los comentarios para comprobar que leyó hasta determinado punto?
-Ja, ja. Cómo se te ocurre. Ni se me había pasado por la cabeza.
-Me doy cuenta de que esto era mucho más interesante (salvando las distancias con las cosas que sí pueden aspirar a ser interesantes) cuándo escribías sin tener la idea de publicar. Una vez que empezás a pensar en el lector…
-Si llegaste hasta acá dejá un comentario con la palabra…
-No, dale. No lo hagas.
-“cartucho”. Escribí “cartucho en algún lado”.
-Era importante lo que estaba diciendo. La verdad es que tu forma de rebajarte ya me está dando asco.
-Qué ibas a decir.
-Que escribís mejor cuando no pensas en un posible receptor.
-Mentira.
-Bueno, pero no te obsesionás, por lo menos. Estás hablando todo el tiempo de lo mismo. “Que lo leen, que no lo leen, que qué se yo”. Pará. Ya fue. Por eso no sos un blog de muchos lectores (a parte de la falta de talento),…
-Se hace el humilde entre paréntesis. Asco.
-…porque se te nota que estás necesitado. Esa misma razón por la cual no te daban bola las minas, por la que no quedás en los castings…
-Me da vergüenza ajena cuando alguien dice “casting”, no se por qué. Me da vergüenza ajena de mi mismo. Es muy raro. “Me voy a un casting”. Me suena a pendejo forro. Pero no voy a decir “audición”.
-…porque estás jediendo a necesidad. Apestás a necesidad. Se te nota. Se te sale por los poros. “Denme trabajo”, “Quieranmé”, “Leanmé”, “Aceptenmé”.
-Lo estás exagerando.
-Vos exagerás todo.
-Estás exagerando porque después te cubrís diciendo “era ficción”. Las bolas, ficción. Sos vos.
-No te soporto más.
-Yo menos.
-Nunca pasamos tanto tiempo juntos.
-Por lo menos no discutiendo.
-Sos muy botón.
-Sé.
-Ahora sí nos queremos ir.
-Lo vamos a publicar, ¿no?
-Y sí, ya fue.
-Pusiste cosas peores.
-Como eso cuando hablabas mal de tus compañeros de trabajo, al principio.
-Malísimo.
-Era catártico.
-Extraño mi fotolog.
-Había cosas lindas ahí.
-Sí.
-Definitivamente nada como esta porquería.
-Fotolog es sabio.
-Cuatrocientos caracteres.
-Había que ser breve.
-Sep.
-¿Cuatrocientos eran?
-Estaban contados, no sé cuantos eran.
-Esto también es un experimento.
-¿Cómo es eso?
-Dentro de un tiempo lo leés y comprobás si tus monólogos internos son tan aburridos escritos como cuando pasan por tu cabeza.
-Juro que no son tan apáticos.
-Esa te la voy a conceder.
-Una al menos. Gracias.
-Pero a veces se ponen oscuros.
-Callate.
-He oído cada cosa.
-No, en serio. Cuidado a dónde te metés.
-Incluyen cosas tales como…
-Me voy a dormir.
-Ja, ja, ja. No te preocupes, soy vos.
-No vuelva a amenazar con eso.
-¿Con “eso”?
-Sí, con “eso”.
-Sé que todo el mundo tiene un “eso”, pero sinceramente creo que no me interesaría conocer el “eso” de nadie.
-La gente es sabia. Por algo NADIE dice “eso”. Porque nadie lo quiere escuchar.
-Peña decía “eso”.
-Nadie dice “eso”. Ni Peña ni nadie. Creéme. Vamos a dormir.
-Esperá, esto no puede terminar así.
-Si casi siempre escribís fruta.
-Sí, pero si te fijás bien, siempre trato de que tenga un final mas o menos, dicho con toda las salvedades posibles, bueno.
-Mseh… Pero a veces lo entedés vos solo.
-No importa, es personal.
-Esto no puede terminar de otra manera que no sea así.
-¿Cómo?
-Sin nada.
-¿No vamos a borrar NADA de lo de arriba?
-No, va todo.
-¿Lo del capitán también?
-Todo.
-Pero en unos momentos como que los personajes se cruzan
-Da lo mismo.
-Pero si seleccionamos capáz que zafamos y nos queda algo un poquito más armadito.
-Pero sería falso. Todo fue consecuencia de todo. Ya está, Paco. Despreocupate. Andá a dormir.
-¿Te encargás vos de terminar?
-Si, no te preocupes.
-Yo no puedo, de verdad.
-Andá tranquilo.
-¿Y cómo termina?
-Así. Una línea más. Fin.

miércoles, agosto 26, 2009

Diálogo III

-Esto sobra.
-Está de más.
-No tiene nada que ver.
-Es como un chupete en la heladera.
-O como un chino en Wall-Mart.
-¿Eso tiene que ver con…?
-Conque qué va a hacer un chino en Wall-Mart. Es como su competencia, su enemigo.
-Eso es una estupidez. Y, te diría, un poco nazi.
-Es como un nazi en Israel.
-¿Cómo podés comparar a un chino en Wall-Mart con un nazi en Israel? ¿Me estás cargando?
-Te estoy dando ejemplos exagerados para que entiendas una idea simple: tanto el chino como el nazi están en lugares que les son hostiles.
-En el caso del nazi él sería el hostil, no el lugar. El nazi es victimario, en cambio el chino es víctima.
-¡Víctima! ¡El chino víctima! ¡Qué va a ser víctima, ese chino!
-¿Qué te hizo el chino?
-¿La segunda guerra mundial, por ejemplo?
-¿La segunda guerra mundial?
-La segunda guerra mundial.
-¿Qué hizo el chino con la segunda guerra mundial?
-Nada, dejá.
-No, dale ¿qué?
-¿Trató de impedir la guerra, el chino? ¿Dónde estaba el chino cuando estaba la guerra?
-¿En Wall-Mart?
-Los chinos no van a Wall-Mart. Estaría más desubicado que un pañal en la heladera.
-O que esquimal en el horno.
-O que espantapájaros en el subte.
-¿Quién va a meter un espantapájaros en el subte?
-Y… algún desubicado...
-Desubicado como portón de madera.
-¿Por qué?
-Si llueve se hincha.
-Como pobre en tenedor libre.
-Me parece que vos sos medio nazi.